Estrategias de Intervención temprana

Existe clara evidencia de que la mayor parte del deterioro que se produce en la esquizofrenia ocurre en los primeros 5 años de evolución de la enfermedad, y que este es un período crítico en el cual las intervenciones realizadas, o la ausencia de ellas, tienen un fuerte impacto en la evolución posterior y en el resultado.


La principal razón para buscar mejorar el reconocimiento precoz y para reducir las demoras en empezar el tratamiento es maximizar los beneficios potenciales de la intervención precoz. La condición y el ambiente del paciente pueden deteriorarse bastante en los dos a cinco primeros años, luego del surgimiento de los síntomas. La toxicidad psicosocial que produce la irrupción de la enfermedad a una edad que interrumpe la trayectoria educativa, laboral y familiar de una persona, tiene graves repercusiones en el funcionamiento y en su integración social.


El tratamiento precoz más intensivo puede llevar a:

Una recuperación mejorada.

Remisión más rápida y completa.

Mejores actitudes hacia el tratamiento.

Niveles menores de emoción expresada.

Menor resistencia al tratamiento.

Las estrategias preventivas efectivas para la esquizofrenia necesitan estrategias de intervención global que combinen intervenciones biológicas como la administración de antipsicóticos en bajas dosis, psicológicas individual y familiar como la psicoeducación y social como la orientación familiar e iniciativas comunitarias.

La clave para el reconocimiento precoz es mantener en mente la posibilidad de esquizofrenia, es decir, considerar un índice alto de sospecha cuando se trata a gente joven que experimente cambios persistentes en la conducta y el funcionamiento especialmente ante la presencia de otros factores de riesgo. El más importante a considerar es una historia familiar de enfermedad psicótica.

La clave para el reconocimiento precoz es mantener en mente la posibilidad de esquizofrenia, es decir, considerar un índice alto de sospecha cuando se trata a gente joven que experimente cambios persistentes en la conducta y el funcionamiento especialmente ante la presencia de otros factores de riesgo. El más importante a considerar es una historia familiar de enfermedad psicótica.

Definición

La intervención temprana en la esquizofrenia consiste en un conjunto de estrategias para la identificación de individuos con “alto riesgo” de sufrir la enfermedad y en la monitorización y tratamiento de aquellos que han empezado a manifestar los primeros signos prepsicóticos, para prevenir la aparición del síndrome psicótico completo o bien minimizar sus síntomas y las discapacidades asociadas al mismo.

Las estrategias de intervención consisten en tres pasos fundamentales:

Paso 1 – Consiste en la implementación de entrevistas, escalas de medición, observación para la identificación y diagnóstico de personas que manifiestan los primeros síntomas de la fase prodrómica de la esquizofrenia.

Paso 2 – Monitorización: se entiende por monitorización a la supervisión constante durante un período de tiempo determinado, de los cambios de la sintomatología de sujetos diagnosticados en la fase prodrómica de la esquizofrenia. Con la finalidad de determinar a través de técnicas psicológicas su evolución hacia:

Un primer episodio psicótico

Trastorno de la personalidad dentro del espectro esquizofrénico

Crisis vital

Algún otro trastorno.

Paso 3 – Tratamiento: se refiere a la aplicación de terapia integrada, la cual se caracteriza por tratamiento farmacológico e intervenciones cognitivas como el entrenamiento en diferenciación cognitiva, percepción social, comunicación verbal, habilidades sociales, resolución de problemas, tratamiento psicosocial y psicoeducación.

La intervención precoz permite evitar que la enfermedad alcance plenas dimensiones, controlar los síntomas y mejorar los resultados. Cuanto antes se instaure un tratamiento apropiado mejor será el pronóstico.

Las intervenciones se deben atener a los siguientes principios rectores:

Cada intervención tiene una indicación especifica conforme al diagnóstico.

El nivel de intervención debe ser proporcional a la gravedad de la afección.

Cada intervención debe tener una duración determinada, la cual a de prolongarse durante tanto tiempo como requiera la gravedad de la afección.

Cada intervención debe ser sometida a vigilancia periódica para comprobar la adhesión y los resultados esperados.

La intervención temprana en la esquizofrenia depende del reconocimiento precoz de la enfermedad y de la iniciación del tratamiento apropiado. Permite que se de adopten estrategias preventivas, las cuales pueden reducir la morbidez prolongada y mejorar la recuperación. Los individuos no tratados pueden experimentar un deterioro biológico, psicológico y social significativo en la primera fase de la esquizofrenia.