Plantea la existencia de un umbral de tensión específico para cualquier individuo a partir del cual puede manifestarse la esquizofrenia.
Durante el periodo en que el nivel de tensión esta por debajo del umbral de la vulnerabilidad, el individuo responde al estresor con una crisis menor, de una forma homeostática, autorreguladora y de esta manera permanece dentro de los límites de la normalidad, sus habilidades adaptativas se hallan estabilizadas.
Si el nivel de tensión excede el umbral, la habilidad adaptativa queda colapsada y se esta a punto de producir una crisis mayor seguida de un episodio esquizofrénico. Cuando el nivel baja por debajo del umbral de vulnerabilidad el episodio llega a su fin y la persona retorna a la capacidad de adaptación anterior al mismo.